No sé cómo hago para convivir
con un borracho
ríe cuando hay que callar o
discute hasta consigo mismo
dice lo que piensa sin guardar
nada,
exultante y absurdo suelta su
sarcasmo
devuelve preguntas con más
preguntas
se atreve a creer que su verdad
es absoluta
y se llama a silencio sólo
para evadirse.
Le encuentra auténtico sentido
a la vida
da forma al vacío y hace
equilibrio en las cornisas,
percibe la ruindad del mundo aunque
no lo afecte
pero se deslumbra frente a una
flor de plástico,
grita al hablar y nunca le
basta lo que bebe
se va consumiendo como un
alimento rancio,
apenas logra ponerse en pie
camina a los tumbos
reconoce mi cara reflejada en
las vidrieras
y siempre me siento dolorosamente
triste.
S.F.
No hay comentarios:
Publicar un comentario